jueves, 23 de mayo de 2013

Cosas que pasan en las carreteras de Africa


Si alguna vez viajas a Africa y recorres sus carreteras estarás muy cerca de conocerla casi por completo. Todo pasa en las carreteras de Africa. En Kenia, uno puede ir por alguna de las flamantes autopistas que rodean la capital Nairobi y tener que dar un frenazo en seco porque un grupo de transeuntes cruzan saltando la mediana, da igual a la velocidad que vengan los coches. Incluso en este acto impulsivo de cruzar una autopista hay una explicación razonable...

Los chinos que mantienen millonarios acuerdos con el gobierno de Kenia a cambio de materias primas o traer a sus propios trabajadores y materiales desde Oriente, han construido autopistas infinitas. Vienen, ponen el pavimento y en 3 meses Kenia cuenta con una nueva autopista. Pero los chinos no cuentan con que los kenianos habituados a cruzar sus caminos de tierra, sus carreteras paupérrimas necesitan un lugar donde cruzar, un puente elevado o algo similar.

ASi que los chinos vuelven y ponen un paso de peatones junto a una parada de matatus en la misma autopista que indica que puedes circular a 90 kilómetros por hora. Si vas en tu coche te encuentras, no sólo que la gente se te echa encima, sino que los matatus se paran en las siempre paradas imaginarias (ahora ocupan un carril de la autopista). Asi que el acto de cruzar una carretera o bien de ir en tu coche por ella se convierte en este país en un acto de valentía cotidiano y más de uno en facultades perjudicadas por el alcohol ha dejado su vida en estas carreteras. ¡Hay que estar muy lúcido para mantener la concentración alerta!

Pero igual que la muerte se da cita en ellas, las carreteras de Africa encierran sobre todo la vida. Mercados de colores imposibles donde las mamas venden sus frutas pueblan sus arcenes y gentes de las diferentes étnias de Kenia dan color a sus estantes y ponen la banda sonora.
Los niños con uniformes impecables pasean después de la escuela en busca de sus padres que llevan el día entero hipertérritos en su puestecillo, la cabras se pasean entre los puestos y en la gasolinera cercana y cruzan la carretera con la misma alegría que sus dueños.
 A mi me gusta este follón y por eso vuelvo siempre aquí en busca de imágenes y emociones que me hacen sentir viva.
Así es África, distinta y por ello única.

No hay comentarios: