viernes, 27 de julio de 2012

La escuela de Olosokoon en Masai Mara

No conozco la escuela de Olosokoon, nunca he estado aún allí pero puedo imaginarme lo importante que puede ser para los niños de esta comunidad masai poder acudir todos los días a la escuela para beneficio suyo y de sus propios padres. Olosokoon es una de las comunidades masais que salpican el bello paisaje de la reserva de Masai Mara en Kenia. Masai Mara es uno de los lugares del mundo más conocidos, ¿Quién no ha visto alguna vez algún documental sobre la migración animal en esta reserva o su variada fauna salvaje?. Es además uno de los destinos de Kenia por excelencia, el lugar más visitado y por ello uno de los que corren mayor peligro de degradación y que más necesitan ser protegidos y conservados del deterioro que inevitablemente causa todo turismo de masas. La tribu Masai juega un papel fundamental en esta tarea de preservación, son los dueños de muchos de los terrenos colindantes con la reserva y durante toda su existencia han vivido en total armonía con los animales y la Naturaleza excepcional que sólo puede encontrarse en este lugar del planeta. Un hombre masai es capaz de llevarte hasta un guepardo siguiendo sus huellas, hacer fuego con un palo y las heces de elefante o encontrar agua en la zona más yerma de la sabana. Poseen ese entendimiento y mimetismo con la naturaleza que muchos de nosotros hemos perdido o nunca llegamos a tener. Aferrados a sus costumbres y a su cultura (la masai es una de las tribus calificada en peligro de extinción por la UNESCO) han decidido quedarse en la tierra de sus ancestros y hoy son uno de los principales reclamos turísticos, no sólo en Masai Mara, sino en toda Kenia. Resulta paradójico que la imagen de un masai represente mejor que nada a Kenia, que los masais hayan dado tanto al país y que en cambio reciban tan poco…. Las comunidades que viven en Masai Mara se han beneficiado del turismo en cuanto que algunos empresarios respetuosos con sus costumbres y que han sabido valorar su natural aptitud de guías y perfectos rastreadores y sus conocimientos de defensa como excelentes rangers y guardianes de sus negocios. Yo, gran parte de lo que se de Masai Mara y de la cultura masai es gracias a mi amigo William NKumum y a Jorge Alesanco. Nuestro primer encuentro fue en Nairobi ahora un año. Llegó al restaurante en el que había quedado a cenar con Jorge, un español dueño de un campamento en Masai Mara que encontró hace 6 años su paraíso africano y que es el principal apoyo para la comunidad de William a través de los ingresos que obtiene de los clientes del Cheetah Tended Camp (www.cheetahtendedcamp.com). William apareció en la sombra de la noche vestido con sus ropas masais y sus collares y avalorios de mil colores. Me sorprendió su porte esbelto pero sobre todo su inocencia y capacidad de sorpresa, lo que en otros tiempos habríamos llamado bondad absoluta. William me contó lo importante que es la educación para los niños masais, poder ir a la escuela supone para muchos su primer contacto con el inglés (su lengua materna es el ma), el segundo idioma en Kenia fundamental para trabajar no sólo en turismo sino en cualquier actividad comercial que se precie o para desenvolverse en las ciudades o comunicarse con las más de 40 tribus de Kenia. En la escuela de Olosokoon reciben además un almuerzo antes de marcharse a casa, sustento fundamental para muchas familias con escasos recursos y muchos niños (a veces demasiados) a su cargo. El tiempo en la escuela es pues tiempo invertido en su futuro y tiempo que deja a las madres y padres para ocuparse de sus respectivos menesteres. William me contó que estaba casado, su mujer es una de las maestras de la escuela y tiene 3 niños de 5, 3 y 1 año y medio. La escuela de Olosokoon recuerda a muchas de las que salpican el paisaje de Kenia, pequeños chamizos o pequeñas casas con tejados de lata que albergan a un número altísimo de niños de diferentes edades. En Olosokoon 5 clases albergan más de 300 niños, lo que supone que cada maestro tiene a su cargo una media de 60 alumnos por clase. Algunos de los niños acuden cada día después de caminar kilómetros desde sus humildes manyattas (poblados masais) y romper con algunos estigmas sociales que incluso hoy impiden a muchas niñas en Kenia acceder a la educación en beneficio de sus hermanos varones. EN un país como Kenia en el que la media de edad está en los 18 años, la educación los niños supone la única salida para muchas familias que viven avocadas a la pobreza. Cuando hace unos meses empecé a organizar mi periplo en Kenia y supe que iba a visitar Masai Mara hablé con mi amigo William y le pregunté ¿Qué puedo llevar como regalo a tu gente?. Tenía un poco de miedo de la respuesta pues la última vez que le pregunte William me pidió una cámara de fotos!!!. Pero esta vez mi amigo pensó que el mejor regalo tenía que ser para los niños y fue así como surgió la idea de recoger material escolar entre mis familiares y amigos. Quedan menos de dos semanas para que visitemos este lugar mágico de Masai Mara y los niños masais de Olosokoon reciban el material que muchos de vosotros habeis donado. Gracias a todos por vuestra aportación, me hubiera gustado que estuviérais todos aquí para ver y compartir la alegría de los niños y sus familias. Me empaparé de todas sus sonrisas para llevaros de vuelta toda su energía y gratitud. A mi vuelta a España os compartiré el video de la entrega y la visita a esta escuela en el maravilloso paraje de Masai Mara!

No hay comentarios: